domingo, 9 de noviembre de 2008

murió mi padre

























El 29 de octubre a las 2 o 3 de la mañana, murió mi papá.
El no estaba bien. Estaba muy, muy, muy triste.
El viernes anterior fui a almorzar con él, y ví en su rostro y en su angustia, que se moría.
Estaba desesperado. Le faltaba el aire, y lloraba mucho.
Me dijo que sabia que se moría, faltaba poco.
Estaba sufriendo porque de golpe en pocos meses todos los errores de su vida se le habían plantado de manera contundente, delante de sus narices y no le permitían despedirse con felicidad. Solo sentía culpa y un poco de hastío, porque, según me dijo ese día, no sabia porqué había hecho tantas cosas mal, que ahora se daba cuenta que no había ni siquiera disfrutado de sus picardías.
Papá no pudo aplicar todo lo que predicó.
Eso creo.
Ese día me despendí de él.
Legué a casa y se lo dije a mi hija y a Gustavo.
El lunes amaneció descompuesto y lo internaron.
Cuando lo vi allí entubado, me pareció un desperdicio la vida.
Me enojé mcuho. No vale la pena vivir y ocuparse de cuidar la vida para que la terminemos así, con tanto dolor y mal trato.
No se si realmente la medicina ayuda. Tengo la sensación que la misma medicina que intenta salvarte la vida, es la que te acelera la muerte y para colmo lo hace para el culo.
Otro capítulo esta parte.
Voy a extrañar a mi papá, la vida me dio la oportunidad de reconcilarme con él
de poder quererlo, y de demostrárselo.
Se lo pude decir, lo pude abrazar y despedirme de él con mucho amor.
Espero que a él le haya servido de algo.